Del 30 de Enero al 23 de Febrero de 2014
Desencajarse, desmembrarse, romperse, quebrarse, desangrarse. La instalación de Joana Kirby parte del cuerpo armónico, de la estética en estado puro nacida de la fusión entre la danza y la moda. Lo vanal, lo superfluo, el arquetipo de lo bello, de lo valorado, del prestigio social.
La perfección encuadrada en un marco de estética y moda. Una serie de fotografías de un busto vestido de Joan paul Goltier que son aderezadas con un manto de cristales sesgados. La narrativa parte desde el movimiento puro de unos zapatos de bailarina, hasta la perfección de un tronco decapitado envuelto en un tutú de Danza. La serie va desencajándose en un giro donde el cristal se fragmenta, la estética se hace mas tosca pero la quebradura es apenas imperceptible, la fragmentación se hace invisible dentro de un marco podrido de maderas guardadas en taquillas. Lo bello se quiebra se rompe invisiblemente por que sólo contemplamos la cascara de lo estético, el hambre de la belleza suple el dolor que genera la misma. A la instalación le acompaña una pieza de videodanza, una narrativa coreográfica que emula desde la superposición de capas, los tules de un tutú. Los cristales son la base del movimiento donde los pies flotan y sangran mientras un cuerpo se desencaja, se fragmenta, de rompe pero sigue bailando. El vestuario de Rafael diaz, La Madrina fue cedido para la ejecución de la videodanza la instalación de Joana Kirby.