Del 6 de Diciembre de 2017 al 4 de Febrero de 2018
La bala y la palabra;
desatino, disparate y duda.
En lo frágil lo cruel se agiganta… veo hombres y mujeres valientes por todas partes!
Francisco Santibañez
El trabajo de Francisco Santibañez se enmarca dentro del llamado “Art Brut”, también conocido como arte marginal, acuñado por Jean Dubuffet para referirse a aquel artista que desarrolla su labor creativa sin contacto alguno con las instituciones artísticas.
En esta ocasión su proceso arranca con una residencia en el Museo La Neomudejar donde ha decidido concluir su trilogia sobre la investigación de lo frágil, lo cruel y lo humano de los tiempos que vivimos.
Su obra se ve atravesada por una onírica del inframundo de DANTE y su viaje a los infiernos. El universo de Santibañez se impregna de la realidad cruel de las guerras, los silencios de las víctimas y la fragildad de unos seres inquietantes que observan la bestialidad humana. nos obserban desde un mundo distópico lleno de extraterrestres, seres en sombras o universos ufo que parecen buscar una salida deseable a la oscuridad que nos evoca el presente en que vivimos.
Su trabajo ahonda con una simplicidad contundente un universo en blanco y negro que pocas veces se afecta de pequeños toques granates que podríamos encajar en una evocación de el arte oriental por su belleza en la composición del plano y la elegancia de un trazo inexistente a la vista. La narrativa de su obra nos ofrece un viaje doloroso donde caminar junto a los animales que al igual que en el cine de Jose Luis Borau son siempre las víctimas del horror y de la crueldad del hombre. El mito, el lobo y su inseparable Platero (burro sabio que acompaña la poesia de Juan Ramon Jimenez) se entrelazan con una perspectiva funesta de pocas luces y apenas una posibilidad de bondad en lo trágico de su obra.
Dentro de su inframundo Santibañez hace un guiño a una posibilidad de huida, su refugio esta en Africa, su Itaca personal, donde sus rostros totemmicos y la memoria de sus años en el continente le llaman como una partitura musical que le ofrece la libertad y la esperanza de una fuerza mayor que el horror.
Como dijo Paz Muro: Santibañez es un nuevo Bosco del tenebrismo más actual, menos religioso pero igualmente contundente e indescifrable.