MAS ALLÁ DE LA FRIVOLIDAD DE LOS OCHENTA
Exposición en Bilbao en coorganización con Aldama Fabre // Colección La Neomudejar – Zapadores Ciudad del Arte
Por todos es conocido que durante los años ochenta, el estado español experimentó una época de agitación cultural y política donde el país se abría a la modernidad y a nuevas formas de expresión, y los jóvenes artistas de la época exploraban nuevas formas de arte y lenguaje visual.
Sin embargo, estos artistas también se encontraron con un contexto social global en el que la frivolidad y el consumismo se estaban convirtiendo en la norma. La cultura popular y la televisión eran omnipresentes, y muchos creadores luchaban por hacer oír su voz en medio de la avalancha de estímulos vacíos que inundaba la sociedad.
Los y las artistas de los ochenta encontraron una vía de escape en la reivindicación de la pintura como un medio capaz de comunicar algo más profundo que la simple imagen. Alejados de la estrategia de mercado nombres como Carmen Isasi, Antonio Alvarado, Xavier Egaña, Rafael Peñalver, Paco Leal, Eduardo Arenillas o Ciria, abrían su creatividad desde el deseo de encajar su experiencia y lenguaje personal en oposición a un incipiente mercado galerista que exigía series repetitivas de una misma obra con un mínimo de variación. El lenguaje personal, la mirada introspectiva o social se relegaba a un ámbito marginal, para eclosionar una cultura pop.
El Museo La Neomudejar, ha generado una colección no solo diferencial, sino complementaria a estas épocas de finales del XX. En esta ocasión se presentan otras miradas enfocadas a un posicionamiento muy personal alejado de la frivolidad, la cultura pop y la narrativa asentada de unos 80 encastrados en la mal llamada movida madrileña.
En este contexto, los pintores españoles de los ochenta tuvieron que luchar contra la superficialidad dominante, los intereses museográficos y del mercado del arte que amenazaban con devorarlos. A pesar de las dificultades, estos artistas lograron crear una obra duradera y significativa, que hoy sigue siendo estudiada y revisitada ya no desde la óptica del comisario de finales del XX sino del espectador crítico del XXI conocedor del contexto bajo el que fueron realizadas.