14 de julio al 12 de septiembre.
Prorrogada hasta el 10 de Octubre.
La obra de Yuniel Delgado, parte desde una introspección visceral hacia los continentes en deriva de su propia corporalidad. Su condición personal le obliga al rescate constante, una pulsión armónica a la que inyecta dosis milimetradas de simbología y superación para equilibrar las fuerzas y la química pasional de su produccion pictórica.
Pese a la primera impresión que arroja su universo, su mensaje esta cargado de un positivismo y un anhelo constante a huir del conflicto, desarrollando una traslación de su psique al lienzo donde desborda la técnica para entrar en el lenguaje de creación pura sin cortapisas. RENACER, es el universo del fénix, un cúmulo de batallas violentadas entre la obra política y la transhumanidad que abordan una necesaria salida hacia la vida .
Yuniel Delgado devora un imaginario convulso siempre en pos de una superación que recoja los desafectos y la voracidad de una sociedad con la que difícilmente puede conciliarse un anhelo de ausencia del conflicto, desde su pintura monocromática hasta la fotografía como medio, ejecuta un discurso que abra puertas hacia una sanación. Las temáticas que aborda, operan en una narrativa disruptiva entre una interpelación a la estética libre y una disconformidad con el soporte que por momentos transita del lienzo a la fotografía, del retrato a la instalación o incluso la performatividad del gesto. La superación en la obra de Yuniel Delgado, es un recorrido sin concesiones a un escaparate conflictuado, de retratos entre lo íntimo y lo público, entre una obra trascendente de sublimación de lo humano, hasta el anuncio de un transito transhumanista donde la vorágine de las políticas del poder, dan paso a un desmembramiento social que anticipa un tiempo distópico para las sociedades de un futuro inmediato.
Bio_
Yuniel Delgado Castillo (La Habana, 1984)
Artista visual cubano que actualmente reside en Madrid y es considerado como el enfant terrible de la nueva pintura cubana. Graduado con honores por la Academia de Bellas Artes de San Alejandro (2011), en la especialidad de pintura, logró asentar un crédito de prestigio en el panorama de arte cubano, dentro y fuera de la isla. Sus principales virtudes son la honestidad y la pasión con la que se enfrenta a la pintura y al acto mismo de pintar. Quienes le conocen puedan dar de una subjetividad volcánica e increíblemente prolija que no cesa de trabajar y producir grandes obras en todo momento.
Su carácter inquieto y su predisposición afectiva hacia el medio, le han convertido en un artista tremendamente versátil y muscular. De ahí sus constantes exploraciones en el ámbito de diferentes técnicas, soportes y lenguajes como el grabado, la escultura, la instalación y el dibujo, siendo la gramática de la pintura donde hace alarde de todo su poderío. Desde los inicios de su carrera y hasta la actualidad ha hecho evidente su vocación por los grandes formatos, lo cual ha tenido su impacto en la prefiguración de importantes proyectos murales, instalativos, incluyendo la escultura ambiental y hasta algún que otro gesto de carácter performático que certifican su compromiso y los niveles de complicidad con el hecho estético en sí, más allá, incluso, de cualquier aprobación social.
Manifiesta, desde siempre, una libertad extrema durante (y frente) el proceso creativo que le lleva a una gran emancipación y le coloca en una zona de confort ético y emocional para consigo mismo. La espontaneidad es, sin duda alguna, es una de sus fortalezas al tiempo mismo que se convierte en clave axiomática para comprender su metodología y forma de trabajo. La mayor parte del tiempo -o casi siempre- prescinde de bocetos o de ideas previas para puedan entorpecer esa relación de limpieza (no contaminada) que se traba entre el acto de hacer y el lienzo en blanco. Como al resto de los artistas le guía la obsesión por la búsqueda de un estilo propio, ensanchando los límites clasificatorios y reduccionistas del arte en general, para dispensar una producción genuina, sensible y verídica. Algo que sin la menor duda ha conseguido con gran esfuerzo y una tenacidad poco menos que envidiable.
Apenas siendo un estudiante de la afamada Academia, realizó su primera exposición personal en el Centro Pro-Danza en 2006, llamando la atención de la crítica por la apariencia irreverente de su obra. En el año 2013 viajó a los Estados Unidos como parte de una exposición colectiva realizada en la Aicon Gallery de Nueva York. Coincidiendo con esta muestra llevó a cabo otras presentaciones hasta que se traslada a Boston para abrir estudio como artista. Muy a pesar del éxito y los proyectos, la inclemencia del clima le obligó a asentarse en el sur de la Florida, donde inauguró su propio taller-galería en diciembre de 2014. Tuvo la gran suerte, por esas fechas, de haber sido nominado para el programa de becas y comisiones de la fundación de Arte Cisneros Fontanals (CIFO) en Miami. Asimismo, ha sido galardonado con programas de residencias y exposiciones colectivas en Napoly, Italia, en 2016, en el Museo Pam, y en Chopehenaghen, Dinamarca, en 2019. Además, ha impartido conferencias sobre su arte en la Galería de Arte Roberson de la Universidad Estatal de Pennsylvania. Participó en varias ocasiones en subastas y ferias de arte como las de Florencia y Dinamarca. Su obra se haya en colecciones públicas y privadas, especialmente en Alemania, Estados Unidos, Canadá, Italia, España, Rusia, Portugal, Luxemburgo, Costa Rica, en otros países de Europa, Asia y Latinoamérica.