El valor humano toma especial relevancia en el proyecto en cuanto se adquiere el inmueble en un avanzadísimo estado de deterioro debido principalmente a su uso como almacenaje de material inservible y se emplea únicamente las propias ganas de gestores, artístas y voluntarios en los trabajos de limpieza y desescombro que dan como resultado más de 10 toneladas de basura retirada.
Gracias a la colaboración de un reducido grupo de artístas y voluntarios cuya único interés reside en dar luz al proyecto se consigue no sólo retirar toda la basura acumulada sino rescatar joyas como el mobiliario de carpintería, señalítica, la fragua, la hojalatería y una infinidad de detalles que están siendo reutilizados con el fín de conservar la marcada identidad ferroviaria del espacio.
Para el proyecto es muy importante el valor humano de quienes realizamos los trabajos de acondicionamiento y mejora. Es un valor añadido a nuestra filosofía del proyecto “transformar un espacio en ruinas en un espacio para la creación de la mano de los propios creadores”.